La protección contra los errores consiste en añadir, en el codificador, a la información a transmitir una redundancia para que cuando ésta llega al destino permita detectar o identificar los errores. La redundancia consiste en añadirle unos bits, llamados de redundancia, a los del mensaje, de forma que delate o que identifique los errores cuando se producen. El tipo de redundancia y el modo de obtenerla son los factores que determinan el código de protección frente a errores. La redundancia puede ser utilizada indistintamente para detectar o corregir los errores. Asimismo, un código también puede ser más adecuado para protegerse de un tipo de errores que de otros. En efecto, hay códigos adecuados para corregir un máximo de “t” errores estadísticamente independientes (en cualquier posición del mensaje de datos), o bien para errores en ráfagas , agrupados en un subconjunto de bits.
Códigos detectores de Errores:
Los métodos más utilizados son:
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